De entre todas las princesas
que me han apuñalado,
tú eres la única que ha dado
en el mismo corazón.
Me sentí como un quijote
sin adarga ni montura,
reinsertado en tu cordura,
moribundo por amor.
"Semejante campeón
poco tiene que perder",
dijiste restregándome
la extremaunción.
poco tiene que perder",
dijiste restregándome
la extremaunción.
¡Adiós con Dios, vos!
De entre todas las doncellas
que bajé yo de su torre,
tú eres la única que corre
a los brazos de un dragón.
Yo, San Jorge desgarbado
de la Orden del Cubata;
tú, Rapunzel por errata
de un cupido socarrón.
Ahora, cuando estoy feliz
suelto al campo una perdiz.
Veo a las hadas con varita
ir a la aceituna.
De una en una.
suelto al campo una perdiz.
Veo a las hadas con varita
ir a la aceituna.
De una en una.
No es un don.
Es una extraña maldición
de algún salero que vertí.
De alguna vela que soplé.
No es amor.
Es la venganza de algún dios.
Lo que me puso aquí a tus pies
fueron tus polvos mágicos.
De entre todos los idiotas
que te habrán hecho la corte
no seré yo el que te aporte
la hipoteca del rencor.
Me alzaré en mis dos zapatos
y el orgullo de mi casta,
mi sonrisa a media asta,
¡y basta ya de corazón!
Si total, ¿qué más me da?
Si ya puestos a olvidar
yo prefiero hacerlo bien
y no volver jamás a recordarte.
Juraré....
... juraré....
... juraré....
... juraré que
no es un don.
Es una extraña maldición
de algún salero que vertí.
De alguna vela que soplé.
No es amor.
Es la venganza de algún dios.
Lo que me puso aquí a tus pies
fueron tus polvos mágicos.
No, no es un don.
Es un encanto a traición
de algún espejo que rompí,
de algún mojón que no pisé.
No es amor.
Es la absoluta perdición.
Lo que me condenó esta vez
fueron tus polvos mágicos.
Le pasó a Peter Pan.
Luego fue el príncipe azul.
Lo de Diego, fue otra cosa
más tirando pa' viciosa.
Por mi parte, alegaré
que esto lo empezaste tú,
que yo estaba enajenado,
que te quise demasiado.
¡Que si yo! ¡Que si tú más!
Tú delante y yo detrás
caminito del juzgado de
Nunca Jamás con Epi y Blas.
Juraré...
... juraré...
... juraré...
... juraré que
no es un don.
Ni es amor.
Que si yo...
Que si tu más...
Tú delante y yo detrás
caminito de poner
punto y final.
Es una extraña maldición
de algún salero que vertí.
De alguna vela que soplé.
No es amor.
Es la venganza de algún dios.
Lo que me puso aquí a tus pies
fueron tus polvos mágicos.
De entre todos los idiotas
que te habrán hecho la corte
no seré yo el que te aporte
la hipoteca del rencor.
Me alzaré en mis dos zapatos
y el orgullo de mi casta,
mi sonrisa a media asta,
¡y basta ya de corazón!
Si total, ¿qué más me da?
Si ya puestos a olvidar
yo prefiero hacerlo bien
y no volver jamás a recordarte.
Juraré....
... juraré....
... juraré....
... juraré que
no es un don.
Es una extraña maldición
de algún salero que vertí.
De alguna vela que soplé.
No es amor.
Es la venganza de algún dios.
Lo que me puso aquí a tus pies
fueron tus polvos mágicos.
No, no es un don.
Es un encanto a traición
de algún espejo que rompí,
de algún mojón que no pisé.
No es amor.
Es la absoluta perdición.
Lo que me condenó esta vez
fueron tus polvos mágicos.
Le pasó a Peter Pan.
Luego fue el príncipe azul.
Lo de Diego, fue otra cosa
más tirando pa' viciosa.
Por mi parte, alegaré
que esto lo empezaste tú,
que yo estaba enajenado,
que te quise demasiado.
¡Que si yo! ¡Que si tú más!
Tú delante y yo detrás
caminito del juzgado de
Nunca Jamás con Epi y Blas.
Juraré...
... juraré...
... juraré...
... juraré que
no es un don.
Ni es amor.
Que si yo...
Que si tu más...
Tú delante y yo detrás
caminito de poner
punto y final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario