Si el cambio fuera posible
sin el dolor de los muertos,
quisiera tener un huerto
para sembrar porvenires,
para plantar la simiente
de un corazón infinito
y cometer el delito
de mantenerlo valiente.
Imperturbablemente fiel
y amarrado en la virtud de lo aprendido
con cada salida que no hemos tomado,
con cada respuesta que hemos callado,
con cada presagio que no hemos seguido.
Imperdonablemente fiel.
Inexpugnablemente fiel.
Inmune al dolor.
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